La Conferencia Mundial por la Madre Tierra no termina con el final del evento

Traducción de google

14 de octubre de 2025

Acabo de regresar del Congreso Mundial para la Defensa de la Madre Tierra, celebrado en Caracas, Venezuela, del 9 al 10 de octubre de 2025. La conferencia contó con la asistencia de 3000 delegados de 62 países.

La conferencia mundial, organizada bajo los auspicios del gobierno venezolano, reunió a líderes mundiales, movimientos sociales, científicos, jóvenes y legisladores para debatir los urgentes desafíos ambientales y el futuro de una vida sostenible. Durante la sesión inaugural, el presidente Nicolás Maduro hizo un llamado a la acción colectiva y concreta para defender la vida en la Tierra.

Una conferencia llena de color, alegría y optimismo.

Al llegar a la sede de la conferencia, me impresionó la gran participación de indígenas de muchos países, todos con sus trajes típicos. Personas que defienden sus tierras, su lengua, sus semillas y sus tradiciones.

Todos querían fotografiarse con todos, muchos vinieron y pidieron fotografiarse conmigo. Estaban muy contentos de conocer a un griego y algunos incluso me ofrecieron regalos, un collar de semillas, una flauta, un recuerdo de su país, simplemente por ser de Grecia.

Temas tratados:

La crisis climática y el modelo socioeconómico dominante.

La biodiversidad en peligro.

Los derechos de la Madre Tierra.

Conflictos socioambientales y derechos humanos. Contaminación y residuos.

Economía sostenible.

Educación y cultura ambiental.

Justicia intergeneracional y juventud.

Alianzas internacionales y acciones concretas.

El mensaje de la conferencia es que, si nos preocupa el futuro sostenible del planeta, debemos actuar ahora. Acciones que unan a los pueblos, porque nos concierne a todos, sin importar la distancia que nos separa, porque todos compartimos el mismo hogar.

Juntos por un planeta vivo

La Conferencia Mundial por la Madre Tierra no termina con el evento. Cada decisión que tomes después forma parte de la conferencia. Cada árbol que plantes, cada plástico que evites, cada voz que alces.

Porque la Tierra no puede esperar. Nosotros tampoco.

En la foto estoy con Eugenio Pérez, del Pueblo Indígena Piaroa, Estado Amazonas, Venezuela.

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